MI AMIGA ANSIEDAD ME ESCRIBE UNA CARTA.

 Bienvenidos a mi pasion constelaciones familiares, tarot constelador y magia de vida, a mi mundo y compartido para todos vosotros.


Una carta hecha por un ser que vivio con intensidad la ansiedad. No es broma, es un sentir que no se ve y se sufre en silencio.

MI AMIGA ANSIEDAD ME ESCRIBE UNA CARTA

ansiedad, crisis de ansiedad,
He venido y he venido pisando fuerte porque no me has hecho caso, porque te mandé señales para que te dieras por aludida… Te mandé una migraña, una opresión en el pecho, un mareo… y decidiste pasar de mí. Te pedía a gritos que pararas y no fuiste capaz ni quisiste. Por eso hoy, aunque a mí no me gusta actuar así, me he puesto firme y me he manifestado.
¿Quieres hacer el favor de parar de trabajar cuando te envío señales?,
¿de actuar con asertividad y no decir «sí» a todo?,
¿de dejar de preocuparte por lo que aún no ha llegado y seguramente no pase?
Cuídate, escucha a tu cuerpo, a tu emoción.
Tómate mis visitas como avisos de que en algo tú y yo no estamos alineados. De que cuando ocultas tu rabia, tu ira, tu tristeza… favoreces a que yo aparezca.
Sé que me odias y yo en cambio te quiero, porque te quiero proteger. Sé que dices que ojalá no me hubieras conocido y yo sin embargo desespero cuando ni caso me haces. Porque estoy aquí para alertarte; a veces me paso, lo sé, pero si respiraras mejor, si hicieras lo que te apeteciera, si fueras menos exigente… nos lo harías más fácil a las dos.
Y ¿sabes qué ha pasado? Que esa primera vez que aparecí fuerte te asustaste. Sentiste miedo y éste se ha apoderado de ti. Estás más pendiente de todo lo que te ocurre, de los síntomas que tienes… Y aunque no me quieras, a veces sin darte cuenta me llamas. Empiezas a sentir un pequeño dolor en el pecho y ya piensas en mí. Tu miedo me atrae y creo que esta situación nos la tenemos que plantear. Cuando salimos a la calle a veces dices que «huyes», qué una situación en concreto «te va a superar» y cuando te vas, encima tengo que escuchar cómo te repites que eres débil, y ¡qué pena me da oír como lloras! ¿Por qué no te planteas que lo que hiciste fue atender tus necesidades?
.
Yo llego fuerte pero no creas que me voy al día siguiente. Parece que crees que es así. Tenemos que tener paciencia. Deja de preocuparte cuando te visito porque aunque tú creas que sí, no te vas a morir. Obsérvame y ocúpate cuando aparezco porque me entenderás mejor.
Estaremos juntos porque yo formo parte de ti, pero de ti depende que nuestra convivencia sea mejor o peor, y el día que te hayas ocupado de tu bienestar y hayas dejado de temerme, realmente volaré.



Comentarios

Entradas populares