¿Priorizas a tus hijos o a tu pareja?

 ¿Priorizas a tus hijos o a tu pareja?

Para mantener el orden y el amor en la pareja, ante la llegada de un hijo, es primordial saber reconocer que la pareja está antes que los hijos, simplemente porque llegó antes.

Esto significa que para ambos padres es perfectamente compatible cuidar, atender y criar a los hijos sin dejar de mirar a la pareja.

Algunas madres se desordena ante los hijos y toman el rol, el papel de que sólo ellas saben cómo cuidar y criar al hijo, anulando de esta manera a la pareja.

Cuando la pareja está en orden y se respeta su lugar, se hace más ligero, más fácil, más armonioso y amoroso ser padres y ambos pueden disfrutarlo.

Un hijo no necesita sentirse más importante que sus padres.

El vínculo más importante que un hijo experimenta sin lugar a dudas es con sus padres y con aquello que pasa entre sus padres.

Un hijo es un tercero que dos construyen, cuando se está en orden con esta jerarquía de respetar quién llegó antes a nuestra vida, los hijos pueden ocupar su verdadero lugar ante los padres y ante la vida.

En sesiones terapéuticas se puede observar cómo los hijos se tranquilizan cuando los padres toman su lugar de pareja, se honran ambos en su grandeza haber formado una familia.

Tenemos anclado una fidelidad social en donde hemos aprendido que el hijo importa más que la pareja y que tu vida misma. Tenemos grabada la huella del sacrificio, sin darnos cuenta que esta dinámica perjudica más que beneficia a los hijos en su edad adulta. Porque a la hora de la verdad cuando el hijo salga a la vida, verán que nadie se sacrificará como mamá o papá para que viva, consiga trabajo, pareja, un título, o tenga lo que desee obtener.

La vida no les confirmará que son los más importantes ante los demás como lo hizo creer mamá o papá al darles toda la atención exagerada, haciéndoles creer que ellos valen más que los padres.

Todo este desorden sistémico se verá manifestado luego en la edad adulta. (con síntomas, enfermedades, adicciones, malestares)

A veces sobreproteger, creerse dueño de los hijos, darles absolutamente todo, sacrificarse, ordenarles y dirigirles constantemente la vida, elegir sus carreras, pareja, etc. lo llamamos en la sociedad Amor de madre, cuando en realidad nada tiene que ver con el amor. No le hace ningún bien todo esto a los hijos.

Antiguamente no había la cantidad de información que hoy disponemos todos, a un click, todo de nuestro alcance, para poder hacer conciencia. Os animo a aprovecharla para crear familias más conscientes, hijos más conscientes, y será la suma de una sociedad más consciente.

Honrando siempre como nuestros Antepasados lo hicieron, sin sentirnos mejores que ellos, sin juzgar si lo hicieron bien o mal, simplemente abrazando la responsabilidad individual de hacerlo distinto, diferente, ser autenticos y ir a nuestro verdadero destino.

Todo es evolución. Intentemos, como individuos, que no sea la tecnología lo único que evoluciona.

Articulo tomado de la red

libro "El amor que libera"

Anna Amada