LEY DE EQUILIBRIO.

 Por ley de equilibrio, recibimos lo que damos. Pero ojo, no en la forma o en el tiempo deseados o de las personas que nos interesan.

Quien da buscando recibir a su manera, no está dando, sino que está manipulando. De hecho, quien da con una intencionalidad egoica o narcisista, ¿que termina recibiendo? Soledad y vacío.

La ley de equilibrio actúa permanentemente. En el presente recibimos lo que dimos en el pasado. Del futuro recibiremos lo que en el presente estamos dando. No se puede engañar a la ley del equilibrio.

Si das desde el estado adulto, respetando lo que te nace dar y respetando lo que el otro es capaz de tomar, recibirás respeto.

Si das desde el estado niño, buscarás hacer sentir al otro que es responsable de tu bienestar y finalmente se retirará y te devolverá tu responsabilidad.

Si das desde el estado padre, buscarás hacer sentir al otro que está en deuda contigo y finalmente te agotarás, y cargarás con una deuda energética hacia ti mismo.

En mis formaciones de Tarot y Árbol Genealógico podemos observar que la ley del equilibrio entre dar y recibir empieza con mamá y papá.

Si en la triada padres-hijo no se respeta esta ley, arrastraremos a lo largo de nuestra existencia la sensación constante de que la vida no es justa con nosotros.

Te doy un ejercicio poderoso.

Visualiza a las almas de tus progenitores frente a ti y diles una frase sanadora: “Mamá, tú das amor y yo lo tomo. Papá, tú das fuerza y yo la tomo”.